30 de abril de 2010

Desvergonzada y Brutal...


Recóndita, callada, desvergonzada, brutal, surge como espuma, devorándose a las criaturas, las hipnotiza, las seduce, las mata por unas horas, las hace caer en un trance profundo, mientras ella se desarma, se desnuda, entregándose a la luna, se penetran, convergen en uno solo, llegan hasta los precipicios de sus mentes, clamando no ser despiertas de nuevo por el sol.

En la obscuridad la luna refleja mi sombra que baila el canto de los grillos, mirando al rio, las rocas tornasoles distorsionan mi rostro pálido y crudo, mi cuerpo toma la esencia de esa agua de media noche y las pequeñas gotas azotadas en las rocas se dejan caer sobre mi ser, mi mirada se hace abismal, se acopla con los filamentos de mi cabeza y me exhibo sola y tenebrosa de entre las luces que adornan la bóveda celeste inquietas y alegres, que no paran de ulular.

La noche nos aparta, nos hace atestiguar su afición por las estrellas, ellas parpadean a lo lejos adivinando su destino sabiendo ya de cuestas secretos que guardan desde aquel día en el que aparecieron, en la tierra los seres de belleza cromática que escogen como escenario el pálido reflejo de luna le danzan adorándola, entregándosele otra vez, reflejándose en los ojos de aquellas personas ilusionadas, que les piden un deseo, se entrelazan sus miradas que como espejos se rompen en el encuentro y dejan brotar lagrimas de esperanza.

Vela nuestros sueños, adormece, hace que nos alojemos en otros mundos, donde ya se cocinan nuestros caprichos más vánales, los más despreciables y podridos, sin color, sin sabor y sin olor, solo vemos una imagen en blanco y negro formada por representaciones derramadas de calumnias y asustando la fruición, repitiendo el ritual todos los días hasta de nuevo ser destrozada por el sol.

22 de abril de 2010

La lluvia derramandote su perfecta miel...

Cuentan que cuando llueve es que el cielo está llorando, pero yo creo que está cambiando de piel, dicen que la lluvia destruye y yo aludo que construye, le agradezco cuando cae sobre mí, derramando toda su miel encima de mi piel, brincando sobre mi cabeza y rebotando en la agria cosecha le ha dado vida y la ha despertado. Me llena de placer, que me deje oler la tierra acabada de nacer húmeda y virgen que el trueno penetra, que gracias a ella las cosechas crezcan y crezcan, y que los niños brinquen sobre ella.

Estando bajo la lluvia se percibe una fragancia purificada, despacio me besa descubriendo cada uno de mis sentidos , todo se da en un instante, danzando bajo la lluvia la siento apresurarse por mi cabello confundiéndose con mis lagrimas condimentadas de néctar amargo que en conjunto con las gotas hacen esencia inmejorable.

Un altar para su memoria, para que todos la veneren por la dicha que nos da, las criaturas de todos los espacios en todos los momentos le agradecen que las penetre que las deje beber de su sangre pura convertida en agua bendita, que solo los mortales podemos beber, hasta el más podrido de los frutos tocando una sola de sus gotas vuelve a renacer, es simplemente la más gloriosa descripción de la existencia.

Recuerdo cuando era niña y corría sobre los cafetales bajo el manto de los diluvios, sintiendo cada gota resbalando por mi rancia piel y con ella cada poro volviendo a renacer, se les hacían irresistibles las confesiones que Tláloc susurraba en cada uno de los fragmentos de tan preciado licor, el perfume que la cosecha emanaba era tan exquisito que hasta los capullos le tenían envidia, los frutos de esas siembras eran los más suculentos, las frondas del cultivo deleitándose con cada pequeña partícula caída del cielo, su sonido provocaba excitación, retumbaban los gemidos de la bóveda celeste en mis oídos, como cantos desesperados que de vez en cuando salen a recitar, como el golpe del trueno sobre tú ventana, como pequeñas gotas que de vez en cuando se asemejan a mi llanto, así se percibe la lluvia, que aparece con un canto libre siempre precisa no avisa cuando llegara tomando al sol de sorpresa baja transparente para bautizar con su ronca voz a toda la faz .

Germina sobre mi tierra un nuevo ser, se han mezclado sobre el cielo los colores de los seres que bautizados con su elixir vuelven a resucitar, el espíritu de mi danza emerge, mis lagrimas evaporadas forman ya parte de la cosecha, se engrandece en el cielo un arcoíris que despide a la lluvia recordándome de nuevo que limpia con ella volví a nacer.

18 de abril de 2010

El dulce y amargo mar...


A noche quise contarle a la luna, quise quererla, quise cantarle llegar al punto de odiarla, pero reflejada en las suaves olas del mar estaba rancia, mis pies no se cansan de sentir una y otra vez las suaves caricias del agua que vienen y van, en cada gota un pensamiento mío va, un recuerdo más y como brisa una lagrima estará ahí hasta la eternidad.

La sal se entrelaza con mis recuerdos ahogándolos en lo más profundo junto con los lamentos que solo él divino mar se atreve a guardar, peces de colores rodean mi silueta; meciéndose silenciosamente con el canto de las sirenas, con la fina arena, mi cuerpo quiere volar, la mente descansar, los miles de pensamientos naufragar, ya no quiero mirar atrás, y mis pasos me guían hasta el mismo lugar, donde solo yo puedo habitar, el mar se hace menos profundo, se hace menos turbio, las mariposas viejas y sabias me vuelven a aconsejar, que los años que revelan mi rostro solo tienen que reflejar felicidad, mi aprendizaje en esta tierra era saber amar, ahora puedo levitar, desde arriba las cosas no pueden fallar, los colores quieren gritar, como margaritas rodeando mi cintura me abraza la blanca espuma del mar y las caracolas me cantan como es que suena el dulce y amargo mar.

1 de abril de 2010

La mariposa recordó que antes fue un gusano

Me inundaba la ignorancia, desecha pensé estar como un rompecabezas que se desprende con el paso del tiempo y va quedando en el olvido, hace poco reviví las raíces que colgaban como lombrices secas en mi cabeza, me surgieron ideas nuevas, reencarne en una mujer hecha con barro, me bautice con un trago de pulque y simplemente volví a ser, deje de caminar para volar, de estar para imaginar, de ver para soñar, germinaron de mi cerebro raíces que conectaban al aire los enigmas más inciertos de mi alma, los caracoles rodearon mi universo y las amapolas renacieron en invierno, la lagrima quiso ser viva, el crepúsculo tomo sentido,

Todo me guio en una nueva dirección, la mariposa recordó que antes fue un gusano y mis raíces volvieron a volar y a tocar al aire, y el suave siseo del mar, callo mis palabras que ya no tenían significado.

Ni mis pies pudieron escapar de aquí, estaban enlodados, embarrados de la tierra en donde nací, las raíces de mi piel sin este aire no pudieron vivir.

El color de los cultivos, el olor a barro y el sabor del maíz no me dejaron huir.

Soslayar este lugar, ya no es una opción, los antepasados confiaron en mí para vivir, desde el cielo observándome Tepew y Kukumatz, a partir del día en que nací de el maíz puedo decir que gracias a su ayuda mi corazón volvió a latir.

Las aves volando por los aires de Ehecatl me vuelven a cantar al despertar, el agua sagrada de Chaac me purifica cada mañana, los arboles me atiborran de nuevo con sus dulces frutos, y los animales me hacen compañía, y es hoy que feliz, como ya había dicho y lo vuelvo a repetir “la mariposa recordó que antes fue un gusano”.