30 de marzo de 2010

Bajo la copa de un viejo árbol..


Existe un viaje en el que no hace falta llevar provisiones, simplemente visiones que pronto se convierten en misiones, un viaje en el que ya no hay marcha atrás una vez que extendiste tus brazos y saliste a volar, un viaje en el que una sonrisa te hace más liviana la vida, un golpe te hace más fuerte y una charla te hace aprender, que dura a veces tan solo unos días, unos meses, unos años eso yo no lo sé, en el que es seguro te conocerás, no mires hacia atrás y que cuando mires sea simplemente para decir un segundo adiós, Y luego viene todavía no sé que viene tal vez un largo sueño bajo la copa de un árbol envejecido por los años, duermes y de pronto te das cuenta de que esos sueños poco a poco se iban plasmando en ideas de todas las formas y colores posibles, lo que un día imaginabas estaba al tacto, el viaje de tú vida había comenzado, a tú lado estaba aquel caracol que había nacido del capullo de un girasol, susurrándote todas las noches los secretos de la creación, las más puras y sagradas palabras jamás pronunciadas, sus versos parecían inagotables, tus oídos se sentían afortunados de escuchar tan hermosas melodías, siempre habían estado juntos, es como si él te hubiera estado esperando desde antes que naciera, cada mañana agradecías por su existencia, entonces al despertar una mañana, fue cuando te diste cuenta que estabas formado no más que por todas las sensaciones que te hacía sentir aquel ser, ya no tenías razón ni juicio, tus ideas en realidad eran suyas, las palabras que pronunciaban tus labios eran las de él, los pensamientos que tenías nacían de su ser...