18 de enero de 2011

Pero soy transparente lo puedes notar muy bien...

Parpadeantes son los colores, esos de ahí enfrente que no me dejan atravesar, voy caminando acosada por delirios burbujeantes cual si fuera un pantano espeso, inquietos se pintan y me salpican, ¿salida? Jamás.

Pero soy transparente lo puedes notar muy bien, puedo estar y no en algún lugar, multicolor suena mi grito, ámbar es mi suspiro lo puedes sentir ,me encuentro acechada por dimensiones de donde ya no salgo, estamos dentro, me buscas y ligeramente tu olor me encuentra, desesperante quieres devorar mi ombligo, posar tus ojos sobre ese remolino, las líneas con rumbo embriagante que sellan mis incoloras y temblorosas manos se encienden con destellos color cobalto y se van asemejando a las constelaciones celestes, esas que sólo puedes ver con un telescopio hecho de cadáveres de estrellas fugaces, de caprichos sin sentido, que un cúmulo de noches como una pordiosera le rogué a la luna de papel me los reprodujera en rocas traslúcidas para que jamás se fracturaran, pero ella egoísta nunca los construyó.

Pero soy transparente lo puedes notar muy bien, difícilmente me rodean tus pupilas, vives exhalando mi suspiro, viviendo de mi llanto violeta que cae sobre tus pantanos, alimentando sus raíces, luego quisieras devorar mis ojos que se clavan como aguijones en tu piel de corteza de pino.

Las cicatrices de nuestras rodillas revelan el recorrido que con torpes pies desnudos hemos transitado. Todas las máscaras que he exhibido entre cada cambio de telón donde me he escondido han visto como mi cabello serpentino se convierte en lombrices de tres cabezas que con su ojo con forma perfecta de reproche me toman, no lo piensan un minuto más y me tragan, pareciera que me quieren dar otra oportunidad cuando durante nueve meses me crían en su vientre y me vuelven a engendrar, dándome una vez más el milagro de la vida, después me vomitan y yo salgo de su abdomen escurriendo de vino tinto, pero soy transparente lo puedes notar muy bien.

Camino frente a ti y no me miras, me respiras, quisieras verme y tu aullido no me toca, tu cara se deforma y no eres solo tú, hay más cabezas saliendo aun, me respiran saben que estoy dentro, persiguen mis suspiros que asemejan a mariposas tecnicolor de esas que tienen alas de formas caleidoscópicas y colores que aún no se han descubierto. Desesperados y rotundos son mis suspiros, uno para cada día, para mi mosaico de agonías de barro, piedra, ámbar, y metal. Has que desaparezca tan solo unos ridículos segundos de esta burbuja que se conecta con el mar, me voy a asfixiar, tírame de la cuerda floja, quiero escapar con este antifaz rehusándome a ser lo que un día fui, pero esta vez es distinto, me han dejado sin nada con que proteger mis nudillos, quieren que sienta el beso del viento por primera vez, que desdoble mi cara sin ninguna perturbación, pero es que yo ya no puedo y me meto en mi concha de armadillo, queriéndote esperar para que me bajes los parpados e irnos hacia ningún lugar, hasta el silencio calla, se ha quedado sin voz, pero soy transparente lo puedes oler muy bien, trágame ya no te tardes más…

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