1 de abril de 2010

La mariposa recordó que antes fue un gusano

Me inundaba la ignorancia, desecha pensé estar como un rompecabezas que se desprende con el paso del tiempo y va quedando en el olvido, hace poco reviví las raíces que colgaban como lombrices secas en mi cabeza, me surgieron ideas nuevas, reencarne en una mujer hecha con barro, me bautice con un trago de pulque y simplemente volví a ser, deje de caminar para volar, de estar para imaginar, de ver para soñar, germinaron de mi cerebro raíces que conectaban al aire los enigmas más inciertos de mi alma, los caracoles rodearon mi universo y las amapolas renacieron en invierno, la lagrima quiso ser viva, el crepúsculo tomo sentido,

Todo me guio en una nueva dirección, la mariposa recordó que antes fue un gusano y mis raíces volvieron a volar y a tocar al aire, y el suave siseo del mar, callo mis palabras que ya no tenían significado.

Ni mis pies pudieron escapar de aquí, estaban enlodados, embarrados de la tierra en donde nací, las raíces de mi piel sin este aire no pudieron vivir.

El color de los cultivos, el olor a barro y el sabor del maíz no me dejaron huir.

Soslayar este lugar, ya no es una opción, los antepasados confiaron en mí para vivir, desde el cielo observándome Tepew y Kukumatz, a partir del día en que nací de el maíz puedo decir que gracias a su ayuda mi corazón volvió a latir.

Las aves volando por los aires de Ehecatl me vuelven a cantar al despertar, el agua sagrada de Chaac me purifica cada mañana, los arboles me atiborran de nuevo con sus dulces frutos, y los animales me hacen compañía, y es hoy que feliz, como ya había dicho y lo vuelvo a repetir “la mariposa recordó que antes fue un gusano”.

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